Terapia de adultos
Muchas personas me preguntan cuándo es necesario acudir al psicólogo y qué beneficios pueden obtener de la terapia psicológica. En general, acudir a terapia puede ser beneficioso para cualquier persona que esté experimentando malestar emocional, problemas de relación, dificultades de adaptación o cualquier otro problema que afecte su bienestar emocional y su calidad de vida. Un psicólogo puede ayudarte a comprender mejor tus pensamientos y emociones, a desarrollar habilidades de afrontamiento más efectivas y a mejorar tu bienestar psicológico en general.
En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma puedes recibir ayuda y orientación (de forma online y presencial) si te encuentras en alguna de las situaciones siguientes:
- Problemas de relación: si estás experimentando conflictos en tus relaciones con amigos, familiares, hijos o pareja, podemos ayudarte a mejorar la comunicación y a resolver problemas y conflictos. También te puede ser útil si te estás separando o si, por ejemplo, estás atravesando la pérdida de algún ser querido.
- Estrés y sobrecarga emocional: si te estás sintiendo abrumado por el estrés y la presión de la vida cotidiana, podemos ayudarte a desarrollar estrategias de afrontamiento y reducir la carga emocional.
- Problemas de autoestima: si tienes una baja autoestima y te sientes inseguro o insatisfecho contigo mismo, podemos ayudarte a desarrollar una imagen más positiva de ti mismo.
- Crisis de vida: si estás atravesando una crisis importante, como la pérdida de un ser querido, la pérdida de un empleo o un divorcio, puedes recibir ayuda y orientación para lidiar con el cambio y adaptarte a la nueva situación.
- Dificultades para conseguir tus objetivos vitales: si te sientes desorientado, te cuesta ordenar tus ideas o tener constancia o un plan para conseguir tus objetivos (por ejemplo, bajar de peso, orientarte vocacionalmente, encontrar pareja, etc.), podemos ayudarte dándote estrategias prácticas y sencillas.
- Trastornos de salud mental: Si tienes un diagnóstico de salud mental (o piensas que podrías tener uno), podemos ayudarte ofreciéndote terapia y técnicas prácticas para lidiar con los distintos síntomas. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez podemos ayudarte en una gran variedad de problemas. A continuación te facilitamos el listado de trastornos que atendemos y en qué consiste cada uno de ellos:
DUELO
El duelo es una respuesta natural y adaptativa ante la pérdida de un ser querido. Sin embargo, en algunas ocasiones, el duelo puede volverse persistente y complicado, afectando de forma significativa a la calidad de vida de la persona que lo atraviesa. En este sentido, se pueden identificar las siguientes situaciones como ejemplos de duelo problemático:
1. Duelo no resuelto: Si una persona no puede aceptar la pérdida de un ser querido y continúa negando la realidad de la muerte, puede experimentar un duelo prolongado y complicado.
2. Duelo anticipatorio: Cuando una persona experimenta una pérdida gradual debido a una enfermedad terminal, puede experimentar un duelo anticipatorio que puede complicar el proceso de duelo posterior a la muerte.
3. Duelo por muerte violenta o inesperada: La muerte repentina o violenta de un ser querido puede resultar en un duelo complicado debido a la falta de preparación y la intensidad del dolor causado por la naturaleza imprevista de la pérdida.
4. Duelo patológico: Algunas personas pueden experimentar complicaciones en el duelo que se manifiestan en forma de depresión clínica, trastorno de estrés postraumático u otros trastornos de salud mental. En estos casos, se requiere intervención profesional para facilitar el proceso de duelo.
5. Duelo múltiple o consecutivo: Cuando una persona experimenta múltiples pérdidas significativas en un corto período de tiempo, puede resultar en un duelo complicado y abrumador que dificulta el proceso de duelo.
6. Duelo traumático: Las personas que han experimentado pérdidas traumáticas, como un accidente, desastre natural, abuso, violencia, etc., pueden experimentar un duelo complicado debido a la magnitud del trauma involucrado y la dificultad para procesar la pérdida de manera saludable. En todos estos casos, es importante buscar apoyo emocional y profesional para facilitar el proceso de duelo y prevenir complicaciones a largo plazo en la salud mental y emocional.
En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma, podemos ayudarte (de forma online o presencial) a gestionar tu duelo de manera saludable.
Por otro lado, hay que mencionar que el duelo es un proceso y, por tanto, cuenta con distintas fases. Según el Modelo de las Cinco Fases de Elisabeth Kübler-Ross se identifican las siguientes etapas:
1. Negación: En esta etapa, la persona experimenta shock y negación ante la realidad de la pérdida. Se pueden tener pensamientos del tipo «esto no está pasando realmente».
2. Ira: La negación inicial puede dar paso a la ira, en la que la persona se siente furiosa e injustamente tratada por lo que ha sucedido. Se pueden tener pensamientos del tipo «¿por qué a mí?».
3. Negociación: En esta etapa, la persona puede intentar negociar con la situación o con una “figura divina” para tratar de revertir lo sucedido. Se pueden tener pensamientos del tipo «si tan solo hubiese hecho algo diferente…».
4. Depresión: La resignación y la tristeza pueden llevar a la persona a sentirse abatida y desanimada por la pérdida. Se pueden tener pensamientos del tipo «no puedo seguir adelante sin él/ella».
5. Aceptación: En última instancia, la persona llega a aceptar la realidad de la pérdida y comienza a adaptarse a vivir sin la presencia de la persona fallecida. Se pueden tener pensamientos del tipo «la vida sigue y debo encontrar una nueva forma de vivir».
En cuanto al tema del duelo, es necesario hablar del duelo persistente, ya que, si este aparece, es conveniente pedir orientación y ayuda profesional. En este sentido, según el DSM-V, el duelo persistente se caracteriza por una intensidad de la angustia y la duración de los síntomas más allá de lo esperado culturalmente tras la pérdida, así como la interferencia significativa en el funcionamiento social, laboral u otras áreas importantes de la vida.
En España, se estima que alrededor del 10% de la población sufre de duelo persistente en algún momento de su vida. Los síntomas pueden incluir tristeza intensa, falta de interés en actividades antes placenteras, sentimientos de culpa, problemas para conciliar el sueño, entre otros. El tratamiento psicológico indicado para el duelo persistente suele incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de aceptación y compromiso, terapia breve estratégica, técnicas de relajación y mindfulness, entre otras. El pronóstico puede ser variable, pero con el apoyo adecuado, la mayoría de las personas logran adaptarse y superar el duelo de manera saludable.
En nuestra consulta de psicología, contamos con profesionales especializados en el tratamiento del duelo persistente. Si estás atravesando por esta situación, no dudes en contactarnos para recibir el apoyo y la ayuda que necesitas. juntos podemos trabajar para superar esta difícil etapa y recuperar tu bienestar emocional.
TRASTORNO DE ADAPTACIÓN
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), el trastorno de adaptación es una reacción de estrés emocional que se produce cuando una persona experimenta dificultades para adaptarse a cambios significativos en su vida, como una mudanza, cambio de trabajo, divorcio, la pérdida de un ser querido, entre otros eventos estresantes.
Existen tres subtipos de trastorno de adaptación: con estado de ánimo depresivo, con ansiedad o con ambos síntomas. Los síntomas comunes del trastorno de adaptación incluyen ansiedad, tristeza, irritabilidad, problemas de sueño, cambios en el apetito, dificultades para concentrarse y malestar general.
En España, la prevalencia del trastorno de adaptación es del 4,7% y la incidencia en la población es del 0,7% al año.
Los criterios diagnósticos del trastorno de adaptación según el DSM-V incluyen la presencia de síntomas emocionales o comportamentales significativos en respuesta a un estresor identificable, la duración de los síntomas por al menos 3 meses y la interferencia en el funcionamiento social, laboral o académico.
El tratamiento psicológico indicado para el trastorno de adaptación suele incluir terapia cognitivo-conductual, terapia breve estratégica, terapia de aceptación y compromiso, y técnicas de manejo del estrés. En algunos casos, puede ser necesario el uso de medicación para tratar síntomas específicos.
El pronóstico del trastorno de adaptación es favorable en la mayoría de los casos, especialmente si se recibe tratamiento adecuado y se implementan estrategias para afrontar el estrés de manera saludable. Es importante buscar ayuda profesional si sientes que estás experimentando dificultades para adaptarte a situaciones estresantes en tu vida. En la consulta de la Psicóloga Teresa Pérez en Palma, puedes recibir la ayuda que precisas (de manera online o presencial).
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
El trastorno depresivo mayor es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de síntomas como la tristeza persistente, la falta de interés en actividades antes placenteras, cambios en el apetito y el sueño, sentimientos de culpa, fatiga o irritabilidad. La persona no se siente capaz de afrontar su día a día y se ve incapaz de disfrutar de cosas que antes la hacían feliz. Aunque lo intenta, le cuesta ponerse en marcha y abordar el día a día.
En España, la prevalencia de este trastorno es alta, afectando aproximadamente al 5-10% de la población en algún momento de sus vidas. La incidencia anual se estima en torno al 2-3%.
Los criterios diagnósticos para el trastorno depresivo mayor según el DSM-V incluyen la presencia de al menos cinco de los siguientes síntomas durante un período de al menos dos semanas: tristeza persistente, pérdida de interés o placer, cambios en el apetito o el peso, dificultad para dormir o exceso de sueño, agitación o enlentecimiento psicomotor, fatiga, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
El tratamiento psicológico indicado para el trastorno depresivo mayor suele incluir la terapia cognitivo-conductual, la terapia interpersonal o la terapia breve estratégica, entre otras. También es importante considerar la posibilidad de combinar la terapia psicológica con el tratamiento farmacológico, como los antidepresivos, en casos más severos.
El pronóstico de la depresión mayor es variable, dependiendo de factores como la gravedad de los síntomas, la duración de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. En general, con un tratamiento adecuado y el apoyo necesario, muchas personas pueden recuperarse completamente. Sin embargo, es fundamental buscar ayuda profesional lo antes posible para evitar complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
En la consulta de la Psicóloga Teresa Pérez en Palma, podemos ayudarte (de manera presencial u online) a superar tu depresión.
DISTIMIA
La distimia es un trastorno del estado de ánimo crónico de baja intensidad. Se caracteriza por una sensación de tristeza y desesperanza persistente, más leve que la que se produce en el trastorno depresivo, pero de larga duración.
En España, la prevalencia de la distimia se estima alrededor del 3-6%, y la incidencia anual se sitúa en torno al 0.5%.
La sintomatología de la distimia incluye ánimo deprimido, irritabilidad, fatiga, problemas de concentración, cambios en el apetito, alteraciones del sueño, sentimientos de desesperanza y baja autoestima.
El tratamiento psicológico indicado para la distimia incluye la terapia cognitivo-conductual, la terapia breve estratégica o la terapia de Aceptación y Compromiso, entre otras.
Estas terapias están enfocadas en mejorar la gestión de las emociones, reestructurar pensamientos negativos y fomentar habilidades de afrontamiento. El pronóstico de la distimia suele ser favorable con un tratamiento adecuado. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma, puedes recibir ayuda psicológica (de manera online o presencial) para aprender a gestionar estas dificultades.
TRASTORNO BIPOLAR
El trastorno bipolar es un trastorno del estado del ánimo que se caracteriza por episodios de cambios extremos en el estado de ánimo, que van desde la depresión hasta la manía. Generalmente, el tratamiento de estos trastornos incluye psicoterapia y la administración de psicofármacos. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma, puedes recibir ayuda psicológica (de manera online o presencial).
En España, la prevalencia del trastorno bipolar se estima en alrededor del 1-2 % de la población, con una incidencia de aproximadamente 0.5% cada año. Esta enfermedad afecta por igual a hombres y mujeres, y suele manifestarse por primera vez en la adolescencia o en la adultez temprana.
Los criterios diagnósticos para el trastorno bipolar según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) incluyen la presencia de al menos un episodio de manía o hipomanía, acompañado de episodios depresivos. También se consideran otros factores como la duración de los episodios y su impacto en la vida cotidiana del individuo.
Por otro lado, cabe mencionar que existen varios subtipos de trastorno bipolar, como el trastorno bipolar I, el trastorno bipolar II y el trastorno ciclotímico. El trastorno bipolar 1 se caracteriza por la presencia de al menos un episodio maníaco, que puede ser grave y requerir hospitalización. Los episodios depresivos también pueden ocurrir en algunas ocasiones. En cambio, en el trastorno bipolar 2, los episodios maníacos son menos graves y se denominan hipomanía, mientras que los episodios depresivos son más comunes. Por último, la ciclotimia es una forma más leve de trastorno bipolar, con episodios de hipomanía y depresión menos graves y de menor duración que en los otros dos trastornos. La ciclotimia se caracteriza por cambios de humor leves, pero crónicos, que no cumplen con los criterios completos de un trastorno bipolar.
En resumen, las principales diferencias entre el trastorno bipolar 1, el trastorno bipolar 2 y la ciclotimia radican en la gravedad de los episodios maníacos, la presencia o ausencia de hipomanía, la frecuencia y duración de los episodios depresivos, y la capacidad de cumplir con los criterios diagnósticos completos del trastorno bipolar.
En cuanto a los síntomas del trastorno bipolar, estos varían dependiendo de si la persona se encuentra en una fase depresiva o en una fase maníaca.
La fase maníaca se caracteriza por la presencia de síntomas como:
– Cambios bruscos en el estado de ánimo, como euforia, irritabilidad o expansión.
– Aumento de la energía y actividad
– Disminución de la necesidad de dormir
– Hablar rápidamente y de manera ininterrumpida
– Pensamiento acelerado o dificultad para concentrarse en una tarea
– Impulsividad, con tendencia a tomar decisiones arriesgadas o poco meditadas
– Comportamiento disruptivo o inapropiado
– Sentimientos de grandeza o la sensación de tener habilidades y poderes especiales
– Pérdida de peso debido a la disminución del apetito
– Participación en actividades de alto riesgo, como gastos excesivos o conductas sexuales desinhibidas
La fase depresiva se caracteriza por la presencia de síntomas como:
– Tristeza profunda y persistente
– Sentimientos de desesperanza y desamparo
– Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras
– Fatiga extrema y falta de energía
– Cambios en los patrones de sueño (insomnio o hipersomnia)
– Cambios en el apetito y peso
– Dificultades de concentración y toma de decisiones
– Sentimientos de culpa o inutilidad
– Pensamientos de suicidio o muerte
– Irritabilidad o agitación
– Aislamiento social
– Problemas en las relaciones interpersonales
Es importante recordar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y que es fundamental buscar ayuda profesional si se sospecha de un trastorno bipolar en fase depresiva.
CICLOTIMIA
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la ciclotimia es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por períodos de fluctuaciones en el estado de ánimo que incluyen episodios de hipomanía y depresión leve. Para que se pueda realizar un diagnóstico de ciclotimia según el DSM-5, deben cumplirse los siguientes criterios:
– Presencia de numerosos períodos de síntomas hipomaníacos que no cumplen con los criterios para un episodio hipomaníaco completo, alternando con períodos de síntomas depresivos que no cumplen con los criterios para un episodio depresivo mayor, durante al menos dos años (un año en niños y adolescentes).
– Los síntomas hipomaníacos y depresivos deben estar presentes durante al menos la mitad del tiempo y no deben haber estado ausentes por más de dos meses en total.
– Los síntomas no cumplen con los criterios para otro trastorno del estado de ánimo, como la depresión mayor, el trastorno bipolar o el trastorno depresivo persistente.
– Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento social, laboral u otras áreas importantes del individuo.
– Los síntomas no son atribuibles a los efectos fisiológicos de una sustancia o a una enfermedad médica.
Es importante consultar a un profesional de la salud mental para realizar un diagnóstico adecuado y determinar el mejor plan de tratamiento para la ciclotimia.
FOBIA ESPECÍFICA
La fobia específica es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso e irracional a un objeto o situación concretos. Las personas que padecen fobia evitan el estímulo fóbico, o bien se exponen a ese estímulo, pero experimentando gran malestar. Asimismo, el miedo y la ansiedad que experimentan interfiere de manera significativa en su vida cotidiana.
Los subtipos más comunes de fobias específicas incluyen la fobia a animales, fobia a situaciones como volar en avión, fobia a la sangre o a las inyecciones, fobia a ciertos lugares, entre otros.
Según estudios epidemiológicos en España, se estima que la prevalencia del trastorno de fobia específica se sitúa en torno al 8-10 % de la población general, siendo más común en mujeres que en hombres. La incidencia anual varía entre un 0,1% y un 4,6%.
El tratamiento psicológico más indicado para la fobia específica es la terapia cognitivo-conductual. Concretamente, se utilizan técnicas como la exposición gradual en vivo o la desensibilización sistemática. En la consulta de la Psicóloga Teresa Pérez en Palma, podemos pautarte (de manera online o presencial) el tratamiento que precises para superar tus miedos.
El pronóstico del trastorno de fobia específica es favorable con un tratamiento adecuado y oportuno, que puede llevar a una reducción significativa de los síntomas y una mejora en la calidad de vida de la persona afectada. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez, puedes recibir la ayuda que precises. ¡Contáctanos para más información y para comenzar tu tratamiento!
TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL (FOBIA SOCIAL)
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un trastorno psicológico caracterizado por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o a situaciones en las que la persona teme ser juzgada o evaluada de forma negativa por los demás. Esta ansiedad puede interferir significativamente en la vida diaria de la persona, afectando a su capacidad para relacionarse socialmente, trabajar o estudiar.
Existen diferentes subtipos de fobia social, como la fobia social generalizada (miedo a casi todas las situaciones sociales), la fobia social específica (miedo a situaciones sociales concretas como hablar en público) o la fobia social no generalizada (miedo a situaciones sociales específicas pero no todas).
En cuanto a la prevalencia e incidencia del trastorno en España, se estima que afecta alrededor del 12 % de la población en algún momento de sus vidas, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.
Según los criterios diagnósticos del DSM-V, para poder diagnosticar fobia social se requiere la presencia de un miedo o ansiedad intensa y persistente en situaciones sociales o de actuación, acompañado de síntomas como evitación de dichas situaciones, malestar significativo o interferencia en la vida diaria, entre otros.
El tratamiento psicológico recomendado para la fobia social incluye la terapia cognitivo-conductual, la exposición gradual a las situaciones temidas, técnicas de relajación, entrenamiento en habilidades sociales, entre otros. El pronóstico de la fobia social puede ser positivo con un tratamiento adecuado, permitiendo a la persona superar sus miedos y mejorar su calidad de vida. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez, puedes recibir la ayuda que precises.
TRASTORNO DE PÁNICO
Los criterios diagnósticos para el trastorno de pánico según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) incluyen la presencia de ataques de pánico recurrentes e inesperados, seguidos de preocupación persistente por futuros ataques y cambios de comportamiento relacionados con los ataques.
Un ataque de pánico es una repentina sensación de miedo intenso o malestar que alcanza su punto máximo en cuestión de minutos. Los síntomas pueden incluir palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, opresión en el pecho, mareos, escalofríos o sofocos, entre otros.
Se desconoce la causa exacta de los ataques de pánico, pero se cree que pueden estar relacionados con factores genéticos, bioquímicos y psicológicos.
La hipocademia, también conocida como hiperventilación, puede desempeñar un papel importante en el desencadenamiento de ataques de pánico. La hiperventilación es una respiración rápida y superficial que puede llevar a una disminución de dióxido de carbono en la sangre, lo que a su vez puede causar una serie de síntomas físicos y emocionales que son similares a los experimentados durante un ataque de pánico.
Durante un ataque de pánico, la persona puede experimentar dificultad para respirar, sensación de ahogo, mareos, sudoración, taquicardia y una sensación de pérdida de control. Estos síntomas pueden desencadenar más hiperventilación y crear un ciclo negativo que puede intensificar el ataque de pánico.
Por lo tanto, es importante que las personas que experimentan ataques de pánico aprendan a reconocer los síntomas de la hiperventilación y practiquen técnicas de respiración para controlarla. La respiración abdominal profunda y pausada puede ayudar a restablecer el equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono en el cuerpo, lo que puede aliviar los síntomas del ataque de pánico.
Además, es importante trabajar en la gestión del estrés y la ansiedad para reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques de pánico. La terapia cognitivo-conductual (exposición y exposición interoceptiva), los ejercicios de mindfulness y la relajación muscular progresiva son algunas de las estrategias que pueden ayudar a las personas a manejar sus síntomas de ansiedad y prevenir los ataques de pánico. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez puedes recibir orientación y el entrenamiento en las estrategias que precises para controlar esta sintomatología.
En España, se estima que la prevalencia de trastorno de pánico es del 3,5 %, siendo más frecuente en mujeres que en hombres. La incidencia anual es aproximadamente del 0,5 %.
Los criterios diagnósticos según el DSM-V para el trastorno de pánico incluyen la presencia de ataques de pánico recurrentes e inesperados, seguidos de un mes o más de preocupación persistente por la posibilidad de tener más ataques, cambios significativos en el comportamiento relacionados con los ataques de pánico, entre otros.
El pronóstico del trastorno de pánico es variable, pero con un adecuado tratamiento psicológico, la mayoría de las personas experimentan una mejoría significativa en sus síntomas y logran controlar sus ataques de pánico.
AGORAFOBIA
La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso a encontrarse en situaciones donde escapar podría ser difícil o embarazoso, como estar en lugares públicos, estar solo fuera de casa, viajar en transporte público o estar en una multitud. Este miedo puede llevar a la evitación de estas situaciones, lo que puede interferir significativamente en la vida diaria de la persona que lo sufre.
En España, se estima que la prevalencia de la agorafobia es del 2.5% en la población general, siendo más común en mujeres que en hombres. La incidencia del trastorno también es alta, especialmente en personas entre los 20 y 30 años de edad.
Los principales síntomas de la agorafobia incluyen ansiedad intensa, palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, mareos, náuseas y miedo a perder el control o enloquecer. Los criterios diagnósticos según el DSM-V incluyen la presencia de ataques de pánico inesperados y preocupación persistente por la aparición de nuevos ataques de pánico o de las consecuencias de los mismos, lo cual conduce a un cambio en el comportamiento.
El tratamiento psicológico indicado para la agorafobia suele ser la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a la persona a enfrentar sus miedos y a modificar sus pensamientos distorsionados. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez puedes recibir la ayuda que precises.
TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una preocupación excesiva y persistente sobre diversos aspectos de la vida, que es difícil de controlar y que genera malestar significativo en la persona que lo sufre. Este tipo de ansiedad puede interferir en el día a día de la persona y afectar su calidad de vida. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma puedes recibir ayuda psicológica (de manera online o presencial).
En España, se estima que la prevalencia del trastorno de ansiedad generalizada es del 3,6%, lo que lo convierte en uno de los trastornos de ansiedad más comunes en la población. Además, se ha observado que las mujeres tienen una mayor incidencia de este trastorno que los hombres.
Los síntomas característicos de este trastorno incluyen inquietud, nerviosismo, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, fatiga, problemas de sueño y síntomas físicos como dolores de cabeza o problemas gastrointestinales.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), los criterios diagnósticos para el trastorno de ansiedad generalizada incluyen una preocupación excesiva e incontrolable durante al menos 6 meses, así como la presencia de síntomas como los mencionados anteriormente.
El tratamiento psicológico más indicado para este trastorno es la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a la persona a identificar y cambiar los pensamientos negativos y los patrones de comportamiento que mantienen la ansiedad.
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (TOC)
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad caracterizado por la presencia de obsesiones (pensamientos no deseados y recurrentes, que la persona trata de suprimir o ignorar) y compulsiones (conductas repetitivas que se llevan a cabo para aliviar la ansiedad causada por las obsesiones).
En cuanto a los subtipos del TOC, se pueden distinguir varios, como el TOC de comprobación, el TOC de contaminación, el TOC de orden, el TOC de rumiación, entre otros.
En España, se estima que la prevalencia del TOC es del 1-2 % de la población, siendo más frecuente en mujeres que en hombres. La incidencia del trastorno se sitúa en torno al 1 % anual.
Los síntomas del TOC pueden variar, pero entre los más comunes se encuentran las obsesiones relacionadas con la contaminación, el miedo a hacer daño a otros, la necesidad de que todo esté ordenado de manera específica, entre otros. Las compulsiones suelen estar relacionadas con rituales de lavado, comprobación, ordenación, etc.
El tratamiento psicológico indicado para el TOC es la terapia cognitivo-conductual, específicamente la terapia de exposición y prevención de respuesta. El pronóstico del TOC es variable, pero con un adecuado tratamiento, la mayoría de los pacientes experimentan mejoras significativas en sus síntomas y calidad de vida. Es importante buscar ayuda profesional si se sospecha de la presencia de TOC para un diagnóstico y tratamiento adecuado. Si te sientes identificado con este cuadro, en la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma puedes recibir ayuda.
TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad que se desarrolla como respuesta a experiencias traumáticas o eventos extremadamente estresantes. Puede afectar a personas de todas las edades y puede tener un impacto significativo en la vida diaria y en las relaciones interpersonales. En la consulta de la psicóloga Teresa Pérez en Palma puedes recibir ayuda psicológica (de manera online o presencial) para esta condición.
Existen diferentes subtipos de TEPT, dependiendo de la duración de los síntomas y de la naturaleza del evento traumático. Algunos de los subtipos incluyen el TEPT agudo, el TEPT crónico, el TEPT complejo y el TEPT diferido.
En España, se estima que alrededor del 3% de la población sufre de TEPT en algún momento de su vida. La incidencia del trastorno se ha incrementado en los últimos años, probablemente debido a un mayor reconocimiento y diagnóstico de la enfermedad.
Los síntomas del TEPT pueden variar, pero generalmente incluyen flashbacks, pesadillas, evitación de estímulos relacionados con el trauma, hipervigilancia y cambios en el estado de ánimo.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V), los criterios diagnósticos para el TEPT incluyen la exposición a un evento traumático, la persistencia de síntomas intrusivos, evitativos, cognitivos y de estado de ánimo, así como la aparición de alteraciones en el funcionamiento social y laboral.
El tratamiento psicológico más indicado para el TEPT es la terapia cognitivo-conductual, en particular la terapia de exposición y la reestructuración cognitiva. El pronóstico del TEPT puede variar dependiendo de la severidad de los síntomas y de la prontitud en recibir tratamiento adecuado. Con la ayuda de profesionales de la salud mental, muchas personas logran superar el TEPT y recuperar su bienestar emocional.